martes, 11 de agosto de 2009

Ad scorto via

Ir a trabajar pasó de ser placentero, a rutinario, y más tarde a tedioso, en un periodo de unos dos años. Este lunes tenía que añadir lo que ni siquiera podía ocultar llevando gafas de sol de pera, estilo años cincuenta, en contra de mi gusto.

- Buenos días Ja ... pero, ¿qué te ha pasado en la cara? -aunque Marta de recepción fingía bastante bien, incluso en los momentos clave, según algún experimentado amigo me confesó tras diez quintos, su tono no podía ocultar un ligero regocijo -. ¿has teniddo un accidente? .- ni su rostro media sonrisa -.
- Sí, me di con una bombona de butano mientras hacía juegos malabares.

Dado que la última vez que llegué con un ojo morado al trabajo, por un malentendido de faldas, entonces sí lo prometo, no toqué yo el culo de la novia de aquel tipo, al que siempre que recuerdo asocio con palabras tales como densidad, concentración y robustez, Fidel se fue de la lengua, alma cándida, ahora Marta sacó sus propias conclusiones.

- ¿Magreando de nuevo a desconocidas?
- Piérdete .- no puedo gritar, duele -. en fin, que buenos días.
- Un momento por favor, señor Módenas.

Cuando me giro, a menos de veinte centímetros de mí veo una placa, una corbata negra sobre camisa azul clara, no veo nada más, el resto de recepción me lo tapa alguien, sí, efectivamente, al mirar hacia arriba, bastante más arriba, me duele la nuca de mirar tan arriba, casi en ángulo de noventa grados mi cuello, sólo hay más densidad, concentración y robustez.

- Buenos días Paco, ¿qué ocurre?
- Me han pedido que hoy a su llegada le acompañe a dirección señor Módenas.- la verdad, es educado el tipo de seguridad, Paco algo más, aspecto que para mí suma a su apariencia y acrecenta mi respeto por él, pues además de muscularse en el gimnasio, este armario de dos diez lleva un cociente de ciento veinte, estudia ingeniería, y con sólo diecinueve años ha hecho ya tres cursos, lástima que las becas en este país sirvan sólo para comprarse la mochila.
- No entiendo Paco, ¿qué pasa? .- lo que me falta para empezar la semana, no poder ir a navegar por Internet un rato, antes de fingir que trabajo.
- Lo siento señor Módenas, no sé más que usted, sólo que le quieren ver en dirección .-desde luego mi doctorado aquí no sirve como salvoconducto, así que vayamos a ver.
- De acuerdo.

Tras la puerta me esperan el director general, Francisco Casado, perdón, don Francisco Casado, no, más perdón, dr. ir. Francisco Casado como reza en la puerta y en su tarjeta de visita, qué culpa tenemos de que hiciese un post-doc en Holanda. Mierda, esto debe ser grave, alarma, alarma, le flanquean Amparo y Efrain, nunca he visto esto.
- Pasa Jacinto .- con él y mi madre, ya son dos, cuando oigo mi nombre con todas sus sílabas, sé que nada bueno me van a contar, y seguro que el dr. ir. no me va a pedir que me haga la cama que lleva tres días hecha un gurruño-. siéntate, por favor.
- Gracias .- debería empezar eructando, pienso, pues tal y como pinta esto, me viene a la cabeza mi frase favorita, para lo que me queda en el convento ...

Siempre he podido percibir con antelación cuándo se acerca el final de algo, y sin embargo no esta vez, ni siquiera di penita con mi ojo morado. Paco me acompaña a la salida, y se despide de mi con profesionalidad, en el fondo veo algo de tristeza.

- Lo siento señor Módenas, yo sólo cumplo órdenes .- y es que el dr. ir., tras explicarme con un gráfico en su pizarra beleda, que la curva de las quejas sobre mí, en rojo, crecía exponencialmente, y que había superado con creces la azul, logarítimica, simbolizante de mis contribuciones a la empresa, me dijo sin más "así que estás despedido".

No sé chico, hay que ser un estirado de mierda, vale que esto es una empresa de base tecnológica, pero echar a alguien a la puta calle, es simplemente eso, y se dice sencillamente así, "¡usted!, ¡a la puta calle!". Me voy de la empresa sin saber cuál de los álfiles que vi en el despacho se limpiaba las encías con alguna parte del dr. ir. Quizás los dos ... Así que allí estoy, en plena calle doce del, como diría algún humorista nacional, "polígamo" industrial, y eso no es Silicon Valley para llamar "next door" y encontrar otro trabajo.

- Hay que joderse.

jueves, 6 de agosto de 2009

Amici soror

Suena el timbre, domingo por la tarde más de las seis, menos de las ocho, como dirían Carles y Beni, "unknown exception".

- Err, uhm, bueno ... ¿quién será?
- No sé, creo que el propio timbre debe estar tan asombrado como nosotros.
- Arguno de lo do tendrá que i a abrí la pueta.

Me mira, le miro.

- ¿Algún otro senderista cansado? .-Fidel sale del salón hacia la puerta de la calle, renegando, sonido de puerta que se abre, y esta no suena tan bien como la de mi ex Sonia al cerrar bruscamente-.
- Te buscan a ti.

Cuando Fidel se salta su err, uhm, bueno, es sinónimo de problema a la vista, así que mejor empezar a tapar el que yo estimo origen del problema, literalmente tapar, pues está cubierto hasta medio muslo con una de mis todas iguales camisetas.

- Voy para allá, err, uhm, bueno .- leche, ahora soy yo Fidel -. Lisa, ¿no hace frío?
- La verdá es que no, pero ya lo pillo .- y sale hacia la habitación, quizás sea mejor que no vaya allí, pienso, mientras me dirijo al recibidor, sí recibidor, doña Angustias nos dijo que era casi como media habitación más, y sin embargo elevaba el precio del alquiler como dos tercios de habitación, algo que no pudo, mejor dicho, no quiso entender. Con esto llego al "aforementioned"-. ¡Oivá! ¿Qué haces aquí Rubén? ... digo, no es mal momento .-sigue disimulando así, tal cual juegas al póker, zopenco-. pasa, pasa.

En el comedor el aire está un poco cargado, no funciona bien el Carrier y estamos en Julio, cualquiera va a reclamar en estas fechas, sería lo mismo que esperar a Diciembre y abrir la ventana, así que ...

- Tenéis que apañar ese aparato, aquí huele a cerr... .-ya empieza el puñetero sabueso-. ... oye, hoy no huele igual que siempre ...

El día que conocimos a Rubén fue en la fiesta de la espuma que siempre sigue, todavía hoy, a la tradicional paella y sangría del día del patrón de la Escuela de Ingenieros Químicos, antaño Industriales, de la Politécnica. Entonces llevaba barba y pelo largo, ahora ya sólo lo primero, e iba acompañando al motivo de su visita de hoy. Los músculos seguían, casi un lustro después, todos en su sitio.

- No empecemos Rubén, en serio, ¿por qué no lo usas como profesión? -y recuerdo con admiración que en aquella fiesta, tras pasar cinco horas un viernes de primeros de mayo al sol, apestados de humo, alcoholes varios en los cuerpos dentro y fuera, y en medio de un mar de espuma, camisetas mojadas, axilas también mojadas, sudor y tierra, Rubén me dijo que la chica con la que trataba de ligar tenía la visita de su tía Inma. A pesar de mi estado, con el que habría perdido los puntos de mí carnet y los de todos mis compañeros, pero por mí primero, cuando más tarde me paró la de tráfico, si en aquel entonces hubiera, o hubiese, habido puntos que quitar, me sorprendió su apreciación, y me quedé parado, algunos dicen que no del todo, pensando cómo el mazas des melenas y barbas este era capaz de saber algo tan vital para las próximas horas de aquel soleado atardecer, que para mí deberían ser la degustación del jugo del placer, y no de zumo de gomi-baya.
- En serio, en serio, hoy aquí huele ... hay un ligero olor ... .-y ahora viene el desenlace, es cuando ladea la cabeza ligeramente a babor, según él reconoción más tarde en un bar de cervezas el día de la fiesta, tras mi frustrado ligue, para usar el agujero de la nariz que tiene un milímetro más ancho, confirmado que se lo ha medido el raroloshuevos, y levanta el dedo índice; es el momento en el que el resto bajamos la cabeza, pues si el año pasado en esta misma habitación, a una hormiga con hartera de las migas de la mesa que siempre tiramos al suelo, se le ocurrió cagar en una esquina, este tío lo huele-. ... aquí hay una tía y macho, alguno de los dos, y sé que eres tú Ja, no por el olor Dios me libre de conocerlo, sino porque Fidel no se come un roscón, ... digo, alguno de los dos, se la ha ... en fin ... ha tenidor relaciones ... pues eso ... con ella.

La verdad me encanta planificar y controlar, pero prever esto para un domingo a la hora en la que todo mortal, menos este claro, está viendo el fútbol por satélite, está lejos de mis habilidades.

- Además, se ha sentado ahí ... .-y menos que mi amiga malagueña no se iba a poner bragas para sentarse en la silla modelo Kunst del Ikea, para más agravar el motivo de su visita-. ... y bueno, yo venía a darte un recado de parte de Sabrina .-no hay nombres en castellano llano llano, para que sus padres le pusieran este a su hermana-.

Las últimas palabras que recuerdo, entre las seis y las ocho, son "y ahora este otro de parte mía cabrón", pues hasta pasadas las ocho y media no abro los ojos para ver de fondo el techo, colgada la lámpara del comedor en él, en medio de las caras de Fidel y Lisa. Que abro los ojos es lo que yo pienso, pues lo veo todo como en ligera perspectiva y un frío que me cala la parte izquierda de la cara.

- No te lo quite mi vida, que er bestia eze te ha dao bien.