- Ya está hecho.
- Gracias Paco, esto progresa.
Y tanto que progresa. Su abuelo solía contarle cómo para conectar con una empresa de otra provincia, debía pedir comunicación a una centralita en el pueblo, que a su vez la pedía a la ciudad, y ésta probablemente a Madrid, y de allí de nuevo hacia abajo en el árbol de la telefonía. Ahora un móvil aparentemente sin antena, y listo, hablando con Málaga en lo que cuesta sacarse un moco, la marcación por voz es lo que tiene.
- ¿Se ha quejado mucho? -inquiere la voz con acento del sur.
- Para nada, ... quejarse no, se acordó de todos mis muertos. En fin, ahí tienes el camino allanado, estamos en paz.
Cuántos años Francisco Casado estuvo esperando este momento, sólo él lo sabía. Todo empezó con su doctorado en la tierra del tulipán, y el desliz que tuvo con la hija del "Professor" sobre la mesa de su despacho, de la del catedrático en cuestión, fielmente documentada con una mísera Polaroid por ese amigo, entre comillas, malagueño. Que le echaran hubiera sido cuestión de dos minutos, pero el Jetis, en breve estancia post-doctoral, como la colonia española le llamaba por el rostro que le echaba a la vida, se guardó ese comodín en la manga.
Curiosamente el Jetis llegó a ser catedrático, dos lustros después, en la universidad de Málaga, mientras Francisco veía cómo el que se fue a Sevilla perdió su silla, pues hacer el doctorado en el extranjero lleva parejo exogamizarse para toda la vida con el sistema universitario español. Así que no le quedó más remedio que tirar por la vía empresarial, en la que dos años después de volver de Flandes consiguió triunfar fichando al figura de Módenas, joven válido y pretencioso, que aumentó su cartera de patentes con los años, amén de aportar para explotación otras propias de Módenas que alguien se encargaba de mantener, no se sabe bien quién.
- Bien, ahora ya sólo es cuestión de tiempo, vamos a empezar a producir y vender lo que ya sabes, pero Módenas está fuera del negocio, y no se enterará. Estamos en paz.
Efectivamente, y tan en paz, envolver el despido de Módenas con el manto de su creciente incompetencia fue fácil. Lo que Francisco no veía tan fácil era lo que para el Jetis era el pan suyo de cada día: vender productos fabricados con técnicas patentadas por otros, por Ja, como le llamaba todo el mundo.
- En vez de palmeras le llamaremos rosas, y listo -dijo el Jetis con su acento sureño- y ¡a volar!
- Nunca más bien dicho, a volar -dr. ir. poco convencido-.
----------------------------
A doscientos veinte kilómetros del convento en el que no me cagué dentro, y ahora me arrepiento, observo el cielo, sentado en una roca a cincuenta metros del suelo, vista panorámica de pinos, fresco no frío, solitario el lugar pues en Junio nadie más que los lugareños habitan Bronchales, en la Sierra de Albarracín, de ese lugar que, aunque existe, muchos españoles, tan dignos cuando al otro lado del atlántico norte no saben dónde ubicarnos, no serían capaces de encontrar en un mapa, ni siquiera de Aragón. Veo el coche minúsculo, haciendo horquilla con dos dedos soy capaz de abarcarlo guiñando un ojo desde esta altura.
No sé por qué he venido aquí, bueno sí lo sé, estoy harto de la ciudad, y cualquier cosa que me plantee hacer en mi profesión la puedo hacer con un ordenador, una conexión a Internet y unos cuantos contactos en algunos laboratorios que externalizan la I+D. Sí, aunque dedicarse a la Ingeniería Química le haga pensar muy acertadamente a la mayoría de los mortales en alguien con una bata blanca rodeado de tubos y probetas humeantes, rellenas de distintos líquidos de colores, no es siempre este el caso. Una de mis primeras patentes fue un software de análisis de reacciones químicas exógenas, orientado al análisis de la longitud de onda, el color, producido por las mismas en caso de explosión. Con esto, y un acuerdo de confidencialidad con un buen laboratorio profesional para las pruebas, podría trabajar desde el mismo Himalaya, cuando allí alcance la red de cable o la 3G.
Me bajo para el pueblo despacio, no quiero toparme con ningún maño en una revuelta del camino, limitado por la señal a 30 km/h, que por detrás debe poner aragonés 2x, y llevarme algún disgusto. Hay silencio, no lo voy a romper con Van Halen Ain't talking about love, quizás otro rato. Sabes que estás en el pueblo no sólo por las casas, sino por el traqueteo de las ruedas al abandonar la carretera, sobre las calles de adoquín protegido. Me bajo y huele a limpio, me gusta los primeros días porque me doy cuenta de que el aire huele a aire y pinos.
En el bar hay cuatro gatos, cinco conmigo, me tomo un bocata, me voy a la casa que alquilé en la falda de la montaña, vistas impresionantes de una tarde nublada que amenaza tormenta desde la cama, en la que me meto con un libro de Forsyth. Mañana empezaré mi nueva vida.
miércoles, 21 de octubre de 2009
martes, 11 de agosto de 2009
Ad scorto via
Ir a trabajar pasó de ser placentero, a rutinario, y más tarde a tedioso, en un periodo de unos dos años. Este lunes tenía que añadir lo que ni siquiera podía ocultar llevando gafas de sol de pera, estilo años cincuenta, en contra de mi gusto.
- Buenos días Ja ... pero, ¿qué te ha pasado en la cara? -aunque Marta de recepción fingía bastante bien, incluso en los momentos clave, según algún experimentado amigo me confesó tras diez quintos, su tono no podía ocultar un ligero regocijo -. ¿has teniddo un accidente? .- ni su rostro media sonrisa -.
- Sí, me di con una bombona de butano mientras hacía juegos malabares.
Dado que la última vez que llegué con un ojo morado al trabajo, por un malentendido de faldas, entonces sí lo prometo, no toqué yo el culo de la novia de aquel tipo, al que siempre que recuerdo asocio con palabras tales como densidad, concentración y robustez, Fidel se fue de la lengua, alma cándida, ahora Marta sacó sus propias conclusiones.
- ¿Magreando de nuevo a desconocidas?
- Piérdete .- no puedo gritar, duele -. en fin, que buenos días.
- Un momento por favor, señor Módenas.
Cuando me giro, a menos de veinte centímetros de mí veo una placa, una corbata negra sobre camisa azul clara, no veo nada más, el resto de recepción me lo tapa alguien, sí, efectivamente, al mirar hacia arriba, bastante más arriba, me duele la nuca de mirar tan arriba, casi en ángulo de noventa grados mi cuello, sólo hay más densidad, concentración y robustez.
- Buenos días Paco, ¿qué ocurre?
- Me han pedido que hoy a su llegada le acompañe a dirección señor Módenas.- la verdad, es educado el tipo de seguridad, Paco algo más, aspecto que para mí suma a su apariencia y acrecenta mi respeto por él, pues además de muscularse en el gimnasio, este armario de dos diez lleva un cociente de ciento veinte, estudia ingeniería, y con sólo diecinueve años ha hecho ya tres cursos, lástima que las becas en este país sirvan sólo para comprarse la mochila.
- No entiendo Paco, ¿qué pasa? .- lo que me falta para empezar la semana, no poder ir a navegar por Internet un rato, antes de fingir que trabajo.
- Lo siento señor Módenas, no sé más que usted, sólo que le quieren ver en dirección .-desde luego mi doctorado aquí no sirve como salvoconducto, así que vayamos a ver.
- De acuerdo.
Tras la puerta me esperan el director general, Francisco Casado, perdón, don Francisco Casado, no, más perdón, dr. ir. Francisco Casado como reza en la puerta y en su tarjeta de visita, qué culpa tenemos de que hiciese un post-doc en Holanda. Mierda, esto debe ser grave, alarma, alarma, le flanquean Amparo y Efrain, nunca he visto esto.
- Pasa Jacinto .- con él y mi madre, ya son dos, cuando oigo mi nombre con todas sus sílabas, sé que nada bueno me van a contar, y seguro que el dr. ir. no me va a pedir que me haga la cama que lleva tres días hecha un gurruño-. siéntate, por favor.
- Gracias .- debería empezar eructando, pienso, pues tal y como pinta esto, me viene a la cabeza mi frase favorita, para lo que me queda en el convento ...
Siempre he podido percibir con antelación cuándo se acerca el final de algo, y sin embargo no esta vez, ni siquiera di penita con mi ojo morado. Paco me acompaña a la salida, y se despide de mi con profesionalidad, en el fondo veo algo de tristeza.
- Lo siento señor Módenas, yo sólo cumplo órdenes .- y es que el dr. ir., tras explicarme con un gráfico en su pizarra beleda, que la curva de las quejas sobre mí, en rojo, crecía exponencialmente, y que había superado con creces la azul, logarítimica, simbolizante de mis contribuciones a la empresa, me dijo sin más "así que estás despedido".
No sé chico, hay que ser un estirado de mierda, vale que esto es una empresa de base tecnológica, pero echar a alguien a la puta calle, es simplemente eso, y se dice sencillamente así, "¡usted!, ¡a la puta calle!". Me voy de la empresa sin saber cuál de los álfiles que vi en el despacho se limpiaba las encías con alguna parte del dr. ir. Quizás los dos ... Así que allí estoy, en plena calle doce del, como diría algún humorista nacional, "polígamo" industrial, y eso no es Silicon Valley para llamar "next door" y encontrar otro trabajo.
- Hay que joderse.
- Buenos días Ja ... pero, ¿qué te ha pasado en la cara? -aunque Marta de recepción fingía bastante bien, incluso en los momentos clave, según algún experimentado amigo me confesó tras diez quintos, su tono no podía ocultar un ligero regocijo -. ¿has teniddo un accidente? .- ni su rostro media sonrisa -.
- Sí, me di con una bombona de butano mientras hacía juegos malabares.
Dado que la última vez que llegué con un ojo morado al trabajo, por un malentendido de faldas, entonces sí lo prometo, no toqué yo el culo de la novia de aquel tipo, al que siempre que recuerdo asocio con palabras tales como densidad, concentración y robustez, Fidel se fue de la lengua, alma cándida, ahora Marta sacó sus propias conclusiones.
- ¿Magreando de nuevo a desconocidas?
- Piérdete .- no puedo gritar, duele -. en fin, que buenos días.
- Un momento por favor, señor Módenas.
Cuando me giro, a menos de veinte centímetros de mí veo una placa, una corbata negra sobre camisa azul clara, no veo nada más, el resto de recepción me lo tapa alguien, sí, efectivamente, al mirar hacia arriba, bastante más arriba, me duele la nuca de mirar tan arriba, casi en ángulo de noventa grados mi cuello, sólo hay más densidad, concentración y robustez.
- Buenos días Paco, ¿qué ocurre?
- Me han pedido que hoy a su llegada le acompañe a dirección señor Módenas.- la verdad, es educado el tipo de seguridad, Paco algo más, aspecto que para mí suma a su apariencia y acrecenta mi respeto por él, pues además de muscularse en el gimnasio, este armario de dos diez lleva un cociente de ciento veinte, estudia ingeniería, y con sólo diecinueve años ha hecho ya tres cursos, lástima que las becas en este país sirvan sólo para comprarse la mochila.
- No entiendo Paco, ¿qué pasa? .- lo que me falta para empezar la semana, no poder ir a navegar por Internet un rato, antes de fingir que trabajo.
- Lo siento señor Módenas, no sé más que usted, sólo que le quieren ver en dirección .-desde luego mi doctorado aquí no sirve como salvoconducto, así que vayamos a ver.
- De acuerdo.
Tras la puerta me esperan el director general, Francisco Casado, perdón, don Francisco Casado, no, más perdón, dr. ir. Francisco Casado como reza en la puerta y en su tarjeta de visita, qué culpa tenemos de que hiciese un post-doc en Holanda. Mierda, esto debe ser grave, alarma, alarma, le flanquean Amparo y Efrain, nunca he visto esto.
- Pasa Jacinto .- con él y mi madre, ya son dos, cuando oigo mi nombre con todas sus sílabas, sé que nada bueno me van a contar, y seguro que el dr. ir. no me va a pedir que me haga la cama que lleva tres días hecha un gurruño-. siéntate, por favor.
- Gracias .- debería empezar eructando, pienso, pues tal y como pinta esto, me viene a la cabeza mi frase favorita, para lo que me queda en el convento ...
Siempre he podido percibir con antelación cuándo se acerca el final de algo, y sin embargo no esta vez, ni siquiera di penita con mi ojo morado. Paco me acompaña a la salida, y se despide de mi con profesionalidad, en el fondo veo algo de tristeza.
- Lo siento señor Módenas, yo sólo cumplo órdenes .- y es que el dr. ir., tras explicarme con un gráfico en su pizarra beleda, que la curva de las quejas sobre mí, en rojo, crecía exponencialmente, y que había superado con creces la azul, logarítimica, simbolizante de mis contribuciones a la empresa, me dijo sin más "así que estás despedido".
No sé chico, hay que ser un estirado de mierda, vale que esto es una empresa de base tecnológica, pero echar a alguien a la puta calle, es simplemente eso, y se dice sencillamente así, "¡usted!, ¡a la puta calle!". Me voy de la empresa sin saber cuál de los álfiles que vi en el despacho se limpiaba las encías con alguna parte del dr. ir. Quizás los dos ... Así que allí estoy, en plena calle doce del, como diría algún humorista nacional, "polígamo" industrial, y eso no es Silicon Valley para llamar "next door" y encontrar otro trabajo.
- Hay que joderse.
jueves, 6 de agosto de 2009
Amici soror
Suena el timbre, domingo por la tarde más de las seis, menos de las ocho, como dirían Carles y Beni, "unknown exception".
- Err, uhm, bueno ... ¿quién será?
- No sé, creo que el propio timbre debe estar tan asombrado como nosotros.
- Arguno de lo do tendrá que i a abrí la pueta.
Me mira, le miro.
- ¿Algún otro senderista cansado? .-Fidel sale del salón hacia la puerta de la calle, renegando, sonido de puerta que se abre, y esta no suena tan bien como la de mi ex Sonia al cerrar bruscamente-.
- Te buscan a ti.
Cuando Fidel se salta su err, uhm, bueno, es sinónimo de problema a la vista, así que mejor empezar a tapar el que yo estimo origen del problema, literalmente tapar, pues está cubierto hasta medio muslo con una de mis todas iguales camisetas.
- Voy para allá, err, uhm, bueno .- leche, ahora soy yo Fidel -. Lisa, ¿no hace frío?
- La verdá es que no, pero ya lo pillo .- y sale hacia la habitación, quizás sea mejor que no vaya allí, pienso, mientras me dirijo al recibidor, sí recibidor, doña Angustias nos dijo que era casi como media habitación más, y sin embargo elevaba el precio del alquiler como dos tercios de habitación, algo que no pudo, mejor dicho, no quiso entender. Con esto llego al "aforementioned"-. ¡Oivá! ¿Qué haces aquí Rubén? ... digo, no es mal momento .-sigue disimulando así, tal cual juegas al póker, zopenco-. pasa, pasa.
En el comedor el aire está un poco cargado, no funciona bien el Carrier y estamos en Julio, cualquiera va a reclamar en estas fechas, sería lo mismo que esperar a Diciembre y abrir la ventana, así que ...
- Tenéis que apañar ese aparato, aquí huele a cerr... .-ya empieza el puñetero sabueso-. ... oye, hoy no huele igual que siempre ...
El día que conocimos a Rubén fue en la fiesta de la espuma que siempre sigue, todavía hoy, a la tradicional paella y sangría del día del patrón de la Escuela de Ingenieros Químicos, antaño Industriales, de la Politécnica. Entonces llevaba barba y pelo largo, ahora ya sólo lo primero, e iba acompañando al motivo de su visita de hoy. Los músculos seguían, casi un lustro después, todos en su sitio.
- No empecemos Rubén, en serio, ¿por qué no lo usas como profesión? -y recuerdo con admiración que en aquella fiesta, tras pasar cinco horas un viernes de primeros de mayo al sol, apestados de humo, alcoholes varios en los cuerpos dentro y fuera, y en medio de un mar de espuma, camisetas mojadas, axilas también mojadas, sudor y tierra, Rubén me dijo que la chica con la que trataba de ligar tenía la visita de su tía Inma. A pesar de mi estado, con el que habría perdido los puntos de mí carnet y los de todos mis compañeros, pero por mí primero, cuando más tarde me paró la de tráfico, si en aquel entonces hubiera, o hubiese, habido puntos que quitar, me sorprendió su apreciación, y me quedé parado, algunos dicen que no del todo, pensando cómo el mazas des melenas y barbas este era capaz de saber algo tan vital para las próximas horas de aquel soleado atardecer, que para mí deberían ser la degustación del jugo del placer, y no de zumo de gomi-baya.
- En serio, en serio, hoy aquí huele ... hay un ligero olor ... .-y ahora viene el desenlace, es cuando ladea la cabeza ligeramente a babor, según él reconoción más tarde en un bar de cervezas el día de la fiesta, tras mi frustrado ligue, para usar el agujero de la nariz que tiene un milímetro más ancho, confirmado que se lo ha medido el raroloshuevos, y levanta el dedo índice; es el momento en el que el resto bajamos la cabeza, pues si el año pasado en esta misma habitación, a una hormiga con hartera de las migas de la mesa que siempre tiramos al suelo, se le ocurrió cagar en una esquina, este tío lo huele-. ... aquí hay una tía y macho, alguno de los dos, y sé que eres tú Ja, no por el olor Dios me libre de conocerlo, sino porque Fidel no se come un roscón, ... digo, alguno de los dos, se la ha ... en fin ... ha tenidor relaciones ... pues eso ... con ella.
La verdad me encanta planificar y controlar, pero prever esto para un domingo a la hora en la que todo mortal, menos este claro, está viendo el fútbol por satélite, está lejos de mis habilidades.
- Además, se ha sentado ahí ... .-y menos que mi amiga malagueña no se iba a poner bragas para sentarse en la silla modelo Kunst del Ikea, para más agravar el motivo de su visita-. ... y bueno, yo venía a darte un recado de parte de Sabrina .-no hay nombres en castellano llano llano, para que sus padres le pusieran este a su hermana-.
Las últimas palabras que recuerdo, entre las seis y las ocho, son "y ahora este otro de parte mía cabrón", pues hasta pasadas las ocho y media no abro los ojos para ver de fondo el techo, colgada la lámpara del comedor en él, en medio de las caras de Fidel y Lisa. Que abro los ojos es lo que yo pienso, pues lo veo todo como en ligera perspectiva y un frío que me cala la parte izquierda de la cara.
- No te lo quite mi vida, que er bestia eze te ha dao bien.
- Err, uhm, bueno ... ¿quién será?
- No sé, creo que el propio timbre debe estar tan asombrado como nosotros.
- Arguno de lo do tendrá que i a abrí la pueta.
Me mira, le miro.
- ¿Algún otro senderista cansado? .-Fidel sale del salón hacia la puerta de la calle, renegando, sonido de puerta que se abre, y esta no suena tan bien como la de mi ex Sonia al cerrar bruscamente-.
- Te buscan a ti.
Cuando Fidel se salta su err, uhm, bueno, es sinónimo de problema a la vista, así que mejor empezar a tapar el que yo estimo origen del problema, literalmente tapar, pues está cubierto hasta medio muslo con una de mis todas iguales camisetas.
- Voy para allá, err, uhm, bueno .- leche, ahora soy yo Fidel -. Lisa, ¿no hace frío?
- La verdá es que no, pero ya lo pillo .- y sale hacia la habitación, quizás sea mejor que no vaya allí, pienso, mientras me dirijo al recibidor, sí recibidor, doña Angustias nos dijo que era casi como media habitación más, y sin embargo elevaba el precio del alquiler como dos tercios de habitación, algo que no pudo, mejor dicho, no quiso entender. Con esto llego al "aforementioned"-. ¡Oivá! ¿Qué haces aquí Rubén? ... digo, no es mal momento .-sigue disimulando así, tal cual juegas al póker, zopenco-. pasa, pasa.
En el comedor el aire está un poco cargado, no funciona bien el Carrier y estamos en Julio, cualquiera va a reclamar en estas fechas, sería lo mismo que esperar a Diciembre y abrir la ventana, así que ...
- Tenéis que apañar ese aparato, aquí huele a cerr... .-ya empieza el puñetero sabueso-. ... oye, hoy no huele igual que siempre ...
El día que conocimos a Rubén fue en la fiesta de la espuma que siempre sigue, todavía hoy, a la tradicional paella y sangría del día del patrón de la Escuela de Ingenieros Químicos, antaño Industriales, de la Politécnica. Entonces llevaba barba y pelo largo, ahora ya sólo lo primero, e iba acompañando al motivo de su visita de hoy. Los músculos seguían, casi un lustro después, todos en su sitio.
- No empecemos Rubén, en serio, ¿por qué no lo usas como profesión? -y recuerdo con admiración que en aquella fiesta, tras pasar cinco horas un viernes de primeros de mayo al sol, apestados de humo, alcoholes varios en los cuerpos dentro y fuera, y en medio de un mar de espuma, camisetas mojadas, axilas también mojadas, sudor y tierra, Rubén me dijo que la chica con la que trataba de ligar tenía la visita de su tía Inma. A pesar de mi estado, con el que habría perdido los puntos de mí carnet y los de todos mis compañeros, pero por mí primero, cuando más tarde me paró la de tráfico, si en aquel entonces hubiera, o hubiese, habido puntos que quitar, me sorprendió su apreciación, y me quedé parado, algunos dicen que no del todo, pensando cómo el mazas des melenas y barbas este era capaz de saber algo tan vital para las próximas horas de aquel soleado atardecer, que para mí deberían ser la degustación del jugo del placer, y no de zumo de gomi-baya.
- En serio, en serio, hoy aquí huele ... hay un ligero olor ... .-y ahora viene el desenlace, es cuando ladea la cabeza ligeramente a babor, según él reconoción más tarde en un bar de cervezas el día de la fiesta, tras mi frustrado ligue, para usar el agujero de la nariz que tiene un milímetro más ancho, confirmado que se lo ha medido el raroloshuevos, y levanta el dedo índice; es el momento en el que el resto bajamos la cabeza, pues si el año pasado en esta misma habitación, a una hormiga con hartera de las migas de la mesa que siempre tiramos al suelo, se le ocurrió cagar en una esquina, este tío lo huele-. ... aquí hay una tía y macho, alguno de los dos, y sé que eres tú Ja, no por el olor Dios me libre de conocerlo, sino porque Fidel no se come un roscón, ... digo, alguno de los dos, se la ha ... en fin ... ha tenidor relaciones ... pues eso ... con ella.
La verdad me encanta planificar y controlar, pero prever esto para un domingo a la hora en la que todo mortal, menos este claro, está viendo el fútbol por satélite, está lejos de mis habilidades.
- Además, se ha sentado ahí ... .-y menos que mi amiga malagueña no se iba a poner bragas para sentarse en la silla modelo Kunst del Ikea, para más agravar el motivo de su visita-. ... y bueno, yo venía a darte un recado de parte de Sabrina .-no hay nombres en castellano llano llano, para que sus padres le pusieran este a su hermana-.
Las últimas palabras que recuerdo, entre las seis y las ocho, son "y ahora este otro de parte mía cabrón", pues hasta pasadas las ocho y media no abro los ojos para ver de fondo el techo, colgada la lámpara del comedor en él, en medio de las caras de Fidel y Lisa. Que abro los ojos es lo que yo pienso, pues lo veo todo como en ligera perspectiva y un frío que me cala la parte izquierda de la cara.
- No te lo quite mi vida, que er bestia eze te ha dao bien.
viernes, 24 de julio de 2009
Malacitae femina
No está malo el café de este bar, una mirada a la barra lo confirma, cafés Valiente, sí señor. Esto, unido a la horchata HISC (Hijos de Salvador Costa), son dos de las delicias valencianas de las que soy fanático. Alzo la cabeza y me cruzo con unos ojos. Es interesante comprobar cuándo un cruce de miradas está exento de conexión, y cuándo se percibe que algo chisporrotea en el cerebro de la otra persona. Mantener o no la mirada más de lo habitual para las primeras, suele llevar a las segundas. Ella no sabía por qué, o quizás sí, pero yo sí lo sabía, Hotel Santa Mónica del Castillo, Málaga, dos años antes, mi conferencia invitada por el Instituto de Tecnología Química de la UMA, Universidad de Málaga, cena de gala entre comillas, porque en Julio y con esta calor yo paso de ponerme algo más tapado que mis chanclas, y mis pantalones cortos. Eso sí, como quien se da una panzada de comer y pide sacarina para el café, llevar llevaba camisa ... de manga corta.
- Hola Lisa, ¿me recuerdas?
- Tú sigue sin recupera la vergüensa .-con un acento dulce y suave del sur, que cautiva-. Era verda que erai valensianos.
Y es que no pude quitarle el ojo de encima mientras nos servían el aperitivo de bienvenida, ni más tarde durante la cena, a pesar de ser la camarera de la mesa de al lado. Lejos de cortarse, siendo de lejos más joven que yo, me sorprendió girando la cabeza y espetándome "¿te guta lo que mira?" mientras yo cogía unos canapés de la bandeja que nos ofrecía, y mis colegas intercambiaban miradas de asombro y mal disimuladad hilaridad.
- Bueno, aquel día en verdad me sentí avergonzado de mirarte tan fíjamente, y aunque tú me dijiste que estábamos de broma, no tuve valor de decirte que yo no .-maldita aquella hora en la que todavía pensaba que Sonia y yo éramos para siempre-.
- Ocasión sí tuviste, que fui yo a tú mesa sin sé la mía a echate agua too el rato .-pensaba que era yo el único, por calenturiento, que se acordaba de los pequeños flirteos pasados sin resultado-.
Lisa no había cambiado mucho, en verdad sólo recordaba su fina cara de hermosa piel clara y sus profundos ojos azules, enfundada en su uniforme de pantalón oscuro y chaqueta de manga larga color vino, su pelo liso castaño claro otrora recogido en corta coleta mientras portaba con gracia dos bandejas, caía ahora hacia delante y se mecía lenta y rítmicamente adelante atrás, sus manos en mis hombros, visión de exquisita mujer, como ya pensé dos años antes sin equivocarme por cierto.
- Yo a ti te conozco .-desde la puerta abierta, vuelo de sábana que cubre rápidamente hasta los cuellos de dos cogidos en acción-.
- Joder Fidel, ¿no estabas de senderismo?
- Err, uhm, bueno sí, pero hacía calor.
- Aquí también hasía caló hasta hase uno momento .-Lisa nos miraba divertidos-. Hola, tú era de los de la conferensia, anda, sierra la puerta ... po fuera.
Nada como mojar la rosquilleta valenciana en un vaso de fresca horchata hecha a base de agua y concentrada HISC a media tarde.
- ¿Te gusta? .-tres en el salón, Fidel cabizbajo en un sillón, Lisa y yo en la mesa-.
- Sí, me gusta Ja .-era la primera vez que decía mi nombre, nunca se lo dije en el sur, sólo se lo dije en el bar cuando la invité a una café-. é mú sabrosa.
- Err, uhm, bueno, ¿qué te trae por Valencia? .-primeras palabras de Fidel tras diez minutos de compartir en silencio nuestra conversación-.
- Vine a hasé un curso de responsable de hostelería en la cámara de comersio, entré en un bar al lao del hotel, y me encontré con esto.-un dedo tocando mi nariz-. El curso empiesa el lune, me quedo un mé .-mirada de lado, declaración de intenciones, o de intensiones como diría ella-.
- Err, uhm, Ja, fijo que ahora no acabas el libro.
- ¿Ere ecritó? .-volviéndose hacia mí-.
- No exactamente ...
- Hola Lisa, ¿me recuerdas?
- Tú sigue sin recupera la vergüensa .-con un acento dulce y suave del sur, que cautiva-. Era verda que erai valensianos.
Y es que no pude quitarle el ojo de encima mientras nos servían el aperitivo de bienvenida, ni más tarde durante la cena, a pesar de ser la camarera de la mesa de al lado. Lejos de cortarse, siendo de lejos más joven que yo, me sorprendió girando la cabeza y espetándome "¿te guta lo que mira?" mientras yo cogía unos canapés de la bandeja que nos ofrecía, y mis colegas intercambiaban miradas de asombro y mal disimuladad hilaridad.
- Bueno, aquel día en verdad me sentí avergonzado de mirarte tan fíjamente, y aunque tú me dijiste que estábamos de broma, no tuve valor de decirte que yo no .-maldita aquella hora en la que todavía pensaba que Sonia y yo éramos para siempre-.
- Ocasión sí tuviste, que fui yo a tú mesa sin sé la mía a echate agua too el rato .-pensaba que era yo el único, por calenturiento, que se acordaba de los pequeños flirteos pasados sin resultado-.
Lisa no había cambiado mucho, en verdad sólo recordaba su fina cara de hermosa piel clara y sus profundos ojos azules, enfundada en su uniforme de pantalón oscuro y chaqueta de manga larga color vino, su pelo liso castaño claro otrora recogido en corta coleta mientras portaba con gracia dos bandejas, caía ahora hacia delante y se mecía lenta y rítmicamente adelante atrás, sus manos en mis hombros, visión de exquisita mujer, como ya pensé dos años antes sin equivocarme por cierto.
- Yo a ti te conozco .-desde la puerta abierta, vuelo de sábana que cubre rápidamente hasta los cuellos de dos cogidos en acción-.
- Joder Fidel, ¿no estabas de senderismo?
- Err, uhm, bueno sí, pero hacía calor.
- Aquí también hasía caló hasta hase uno momento .-Lisa nos miraba divertidos-. Hola, tú era de los de la conferensia, anda, sierra la puerta ... po fuera.
Nada como mojar la rosquilleta valenciana en un vaso de fresca horchata hecha a base de agua y concentrada HISC a media tarde.
- ¿Te gusta? .-tres en el salón, Fidel cabizbajo en un sillón, Lisa y yo en la mesa-.
- Sí, me gusta Ja .-era la primera vez que decía mi nombre, nunca se lo dije en el sur, sólo se lo dije en el bar cuando la invité a una café-. é mú sabrosa.
- Err, uhm, bueno, ¿qué te trae por Valencia? .-primeras palabras de Fidel tras diez minutos de compartir en silencio nuestra conversación-.
- Vine a hasé un curso de responsable de hostelería en la cámara de comersio, entré en un bar al lao del hotel, y me encontré con esto.-un dedo tocando mi nariz-. El curso empiesa el lune, me quedo un mé .-mirada de lado, declaración de intenciones, o de intensiones como diría ella-.
- Err, uhm, Ja, fijo que ahora no acabas el libro.
- ¿Ere ecritó? .-volviéndose hacia mí-.
- No exactamente ...
viernes, 5 de junio de 2009
Obnoxius Libri
Inclinada mi cabeza, fisgo en el montón de best-seller de bolsillo, bajo la luz de una lámpara alargada suspendida sobre el rectangular receptáculo de otrora cara, ahora barata literatura. Mi visión periférica percibe, entre el mundanal movimiento del grande almacén de la flecha verde, un destello que se acerca.
- ¿Puedo ayudarle en algo? .-rizos negros, generosos pechos, caderas de ensueño, ojos negros y pecas en delicada nariz blanca, todo sobre tacones-.
- Estoy buscando un libro .-obvio, patán-.
- Sí, eso parece .-sonrisa comedida a cliente que esconde regocijo interno por saberse causante de palpitante impresión en mí-. Quizás no encuentra el que busca, en ese caso puedo buscarlo en el almacén.- silencio -. será fácil, no suele ir nadie a estas horas.
Alguien limpió recientemente aquellas estanterías de polvo, así que devolviéndoselo estábamos, suspendida ella de brazos, piernas alrededor de mi cintura, en pie yo sujetando sus glúteos, cuando siento la presión y olor de papel, libro abierto por mitad, encima de mi cara.
- Quítame este libro anda, que estamos en otras cosas ...
- Que te lo quite tu madre, y basta ya que hay que hacer marcha.
- Pero nena, quítame el libro .- ¡hielo en los huevos! -. ¡joooooodeeeeeeeeeeeer!
- Venga Ja, a ver si te tomas unos diazepanes y se te quita ese perenne piolet mañanero.
- Hijo puta.
Aparte de tener que cambiar las sábanas y poner el colchón al sol de la ventana, cosa que haré esta noche cuando vuelva, y por tanto dormiré en el suelo, tengo que meterme directo a la ducha caliente. Curioso, yo ducha caliente por la mañana, siendo siempre fría.
- ¡Ja, te vibra el móvil! Tienes un mensaje ...
- .. pues una de dos, o te has metido en mi habitación, o te lo has guardado en el profano, porque oírse no puede oírse ...
- ... ehh, uhm, bueno Ja, pasaba por la puerta y el condenado vibra que se las pela, si lo dejo un rato más aparece tu mesita en casa de doña Elisa.
- Querrás decir doña Amargos ...
- Llámala como quieras, el mensaje es de Sonia y dice ...
- ¡Quieto ahí!
- Ehh, uhm, bueno, no te oí venir de la ducha, si llegas a ser un toro ...
- ... te empitono el argentino nombre del trasero.
"Tengo q vert qanto ants" si Quevedo levantara la cabeza, Sonia, mi ex, la novia de otro, bueno siempre me gusta ver a la rubia flaca de nalgas marmóreas y tímido pecho. "Cuando quiera vuestra merced, ¿en su palacio o en el mío?".
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- Hola Ja, pasa.
- Qué tal estás, bien.
- Bien y ...
- No era una pregunta.
Ha cambiado un poco el piso desde que yo estaba, hay más cuadros, menos desorden, parece más frío.
- ¿Qué tal te trata el estreñido?
- Ja, de eso quiero hablar, ¿cómo te va en el trabajo?
- Me va como siempre, no me pueden echar, me llevo las patentes y los clientes.
- No me refiero a eso, pregunto por cómo te relacionas con el resto.
- Pues bien como siempre.
- Entonces quieres decir mal .-se coloca el suave mechón oro tras la oreja-.
- ¿Me has llamado para darme otro sermón? Por mí genial, la última vez acabamos en el banco de la cocina ...
- No, te he llamado para decirte que Efrain está más que harto de ti, que si te mantiene en el puesto es porque le paro los pies.
- ¿Cómo y por qué? No te he pedido que me ayudes, bastante daño me hiciste cuando me echaste, para sumarle tu compasión .- filos de Albacete en la mirada -. Por mí me puede echar mañana, ya te lo he dicho ...
- ¿Acaso te crees que porque hace unos años hiciste algo, eso sigue valiendo tanto? ¡Espabila! Se rumorea en nuestro entorno que estás ya de vuelta de todo, que estás quemado, más que uno de tus dichosos petardos ...
- Tracas
- ... como mierda le llames. Nadie da ya un duro por ti.
Y que se me tenga que poner dura ahora, ella acuchillándome, pero claro con esos ojos verdes.
- ¿A dónde crees que vas? ¡No he terminado! ¡Tenemos que hablar del libro!
- Terminaste hace ya seis meses .- siempre me ha gustó el sonido de esta puerta al golpear -.
El caso es que no fumo, pero me encendería un cigarro, aunque más bien tengo ganas de quemar con él la cara de Raúl en el As-queroso, lo único a mano en este bar, pero bueno qué culpa tiene el teleñeco del Mierdid de que mi ex no esté bien follada, aunque esto no lo salva de la hoguera. Quien por su culpa muera ... A pesar de ello me reconcome, es cierto, hace años que no invento nada nuevo, vivo de rentas, y este como otros cafés ya no me saben a tal, me son insípidos, no soy consciente de ellos, habito mi mundo mental, solamente salgo de él cuando se cruza alguna falda, o pantalones pero con chica dentro. Y el libro, maldito libro que empecé a escribir con ella, cuando todo iba bien, teoría y práctica de reacciones exógenas, que le den.
- ¿Quiere algo más? .- que compres otro periódico mamón -. ¿Otro cafelito?
- Venga.
- ¿Puedo ayudarle en algo? .-rizos negros, generosos pechos, caderas de ensueño, ojos negros y pecas en delicada nariz blanca, todo sobre tacones-.
- Estoy buscando un libro .-obvio, patán-.
- Sí, eso parece .-sonrisa comedida a cliente que esconde regocijo interno por saberse causante de palpitante impresión en mí-. Quizás no encuentra el que busca, en ese caso puedo buscarlo en el almacén.- silencio -. será fácil, no suele ir nadie a estas horas.
Alguien limpió recientemente aquellas estanterías de polvo, así que devolviéndoselo estábamos, suspendida ella de brazos, piernas alrededor de mi cintura, en pie yo sujetando sus glúteos, cuando siento la presión y olor de papel, libro abierto por mitad, encima de mi cara.
- Quítame este libro anda, que estamos en otras cosas ...
- Que te lo quite tu madre, y basta ya que hay que hacer marcha.
- Pero nena, quítame el libro .- ¡hielo en los huevos! -. ¡joooooodeeeeeeeeeeeer!
- Venga Ja, a ver si te tomas unos diazepanes y se te quita ese perenne piolet mañanero.
- Hijo puta.
Aparte de tener que cambiar las sábanas y poner el colchón al sol de la ventana, cosa que haré esta noche cuando vuelva, y por tanto dormiré en el suelo, tengo que meterme directo a la ducha caliente. Curioso, yo ducha caliente por la mañana, siendo siempre fría.
- ¡Ja, te vibra el móvil! Tienes un mensaje ...
- .. pues una de dos, o te has metido en mi habitación, o te lo has guardado en el profano, porque oírse no puede oírse ...
- ... ehh, uhm, bueno Ja, pasaba por la puerta y el condenado vibra que se las pela, si lo dejo un rato más aparece tu mesita en casa de doña Elisa.
- Querrás decir doña Amargos ...
- Llámala como quieras, el mensaje es de Sonia y dice ...
- ¡Quieto ahí!
- Ehh, uhm, bueno, no te oí venir de la ducha, si llegas a ser un toro ...
- ... te empitono el argentino nombre del trasero.
"Tengo q vert qanto ants" si Quevedo levantara la cabeza, Sonia, mi ex, la novia de otro, bueno siempre me gusta ver a la rubia flaca de nalgas marmóreas y tímido pecho. "Cuando quiera vuestra merced, ¿en su palacio o en el mío?".
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- Hola Ja, pasa.
- Qué tal estás, bien.
- Bien y ...
- No era una pregunta.
Ha cambiado un poco el piso desde que yo estaba, hay más cuadros, menos desorden, parece más frío.
- ¿Qué tal te trata el estreñido?
- Ja, de eso quiero hablar, ¿cómo te va en el trabajo?
- Me va como siempre, no me pueden echar, me llevo las patentes y los clientes.
- No me refiero a eso, pregunto por cómo te relacionas con el resto.
- Pues bien como siempre.
- Entonces quieres decir mal .-se coloca el suave mechón oro tras la oreja-.
- ¿Me has llamado para darme otro sermón? Por mí genial, la última vez acabamos en el banco de la cocina ...
- No, te he llamado para decirte que Efrain está más que harto de ti, que si te mantiene en el puesto es porque le paro los pies.
- ¿Cómo y por qué? No te he pedido que me ayudes, bastante daño me hiciste cuando me echaste, para sumarle tu compasión .- filos de Albacete en la mirada -. Por mí me puede echar mañana, ya te lo he dicho ...
- ¿Acaso te crees que porque hace unos años hiciste algo, eso sigue valiendo tanto? ¡Espabila! Se rumorea en nuestro entorno que estás ya de vuelta de todo, que estás quemado, más que uno de tus dichosos petardos ...
- Tracas
- ... como mierda le llames. Nadie da ya un duro por ti.
Y que se me tenga que poner dura ahora, ella acuchillándome, pero claro con esos ojos verdes.
- ¿A dónde crees que vas? ¡No he terminado! ¡Tenemos que hablar del libro!
- Terminaste hace ya seis meses .- siempre me ha gustó el sonido de esta puerta al golpear -.
El caso es que no fumo, pero me encendería un cigarro, aunque más bien tengo ganas de quemar con él la cara de Raúl en el As-queroso, lo único a mano en este bar, pero bueno qué culpa tiene el teleñeco del Mierdid de que mi ex no esté bien follada, aunque esto no lo salva de la hoguera. Quien por su culpa muera ... A pesar de ello me reconcome, es cierto, hace años que no invento nada nuevo, vivo de rentas, y este como otros cafés ya no me saben a tal, me son insípidos, no soy consciente de ellos, habito mi mundo mental, solamente salgo de él cuando se cruza alguna falda, o pantalones pero con chica dentro. Y el libro, maldito libro que empecé a escribir con ella, cuando todo iba bien, teoría y práctica de reacciones exógenas, que le den.
- ¿Quiere algo más? .- que compres otro periódico mamón -. ¿Otro cafelito?
- Venga.
lunes, 1 de junio de 2009
In nomine Pater
- ¿No estás cansado? .-a sus espaldas oye la voz de Marta, la recepcionista-. quizás quieras relajarte.
Al darse la vuelta, en el laboratorio desierto, entre tarros y probetas, Jacinto observa cómo Marta se acerca, le mira desafiante ocultando el labio inferior ladeado tras los incisivos.
- Necesitas ayuda Jacinto .-se arrodilla sin dejar de mirarle, le abre la bata, ya se ve la luz-.
- Necesitas ayuda Jacinto.
- Eso ya lo has dicho - luz, mucha luz, dolorosa luz.
- Te digo que necesitas ayuda tío, no puedes estar así todos los días a estas horas .-la suave voz de Marta dice en tono carajillo-.
- ¡Calla y hazlo de una vez! .-se incorpora de un salto, el sol entra hiriente en la habitación que huele a noche de sueño sucio y puertas cerradas-. Joder ...
- Es la última puñetera vez que te despierto para que vayas al curro tío.
- Gracias Fidel, no sé que haría sin ti.
- Tanto doctorado en química para no poder controlar tus puñeteras hormonas, anda haz algo con la tienda de campaña, nos vamos en breve al curro.
Es lo que tiene compartir piso, compartir coche y compartir empleo, tu "compartener" se convierte en algo similar a tu madre, siempre que seas más pendejo que él. Aunque aún con estas legañas no puedo más que ver al estirado de Fidel, nada más lejos de una madre.
- Huele a tostadas.
- Sí, las que me hice para mí y ya me comí.
- ¿Queda cerveza?
- Piérdete.
- Da igual aquí queda algo de Jura.
No es mi favorito, pero hacer buches con whisky me espabila de mañana. Tengo los vaqueros de ayer en el suelo, una camiseta limpia de mi colección todas-mismo-modelo-distinto-color en el armario, y mis bambas Puma negras ralla blanca listas para calzar, ¿calcetines? Como se dice más al sur, "¿ezo qués lo que es?".
- Me voy a la ducha.
- Ya pero no te líes otra vez que llegamos tarde a la reunión de departamento.
- Descuida.
El pasillo es corto y menos mal, mucho cuesta apoyar uno tras otro en estas condiciones, me duelen las lumbares y los pectorales, pero qué gusto, y entrar en el baño es una gloria, bueno una Gloria.
- Déjame un sitio anda .-abre la mampara de cristal helado, caliente dentro de espaldas el cuerpo de Gloria-.
- ¡Uhm! Veo que te alegras de verme, pero tengo prisa.
- Nunca hay prisa para esto ...
- Ponte bajo el agua que yo ya estoy .-gira el monomando-.
- ¡Jo-der!
Gloria gira la cabeza y golpea el aire con hebras húmedas y negras de cabello liso a gran velocidad, se coloca la toalla.
- Nos vemos Ja.
- Nos vemos.
- ¡Date prisa tío! Diez minutos y contando. Gracias esto ...
- Gloria
- .. eh bueno sí, gracias por no entretenerlo.
- No lo hago por ti, lo hago por mí .-guiño sugerente y se quita la toalla-. ¿Fidel no?
- Ehr sí.
- Nos vemos.
- Eh bueno, sí, nos vemos .-mientras ella se aleja, tuerce la esquina, como en dos años de tiempo-. Ja, ¿tenemos que recordar lo de no romper la regla?
- Te juro que anoche no la tenía .-leve sonrisa todavía soñolienta entornando un ojo con toalla en cintura y dedo destaponando oreja -. así que no he roto nada.
- Mamón.
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- Te ha llamado Sonia .-le sonríe mientras pasa frente a ella-. Parecía disgustada.
- Es su estado natural, gracias Marta, recuérdame que te lo pague.
- Tranquilo, no me debes nada Ja .-con desdén-. Están todos menos vosotros dos.
- Te lo dije huevón, llegamos tarde .-Fidel va encendiendo el eee pc-.
Hay cuatro personas en la sala, Efrain, el estreñido director del departamento de marketing, Amparo, su jefa, qué revolcón si quitara esa cara de asco, Carles y Beni, "computer geeks" unos putos inadaptados informáticos. Fidel se sienta apresuradamente.
- Llegáis tarde, ¿algo que decir?
Silencio.
- ¿Y bien?
- Pues muy bien gracias Amparo .-dice Ja mientras eructa-.
- Empecemos bien Jacinto en el nombre del Padre.
Ya está otra vez, y siendo del puño y la rosa, que por mí como si se la meten por le culo a la puta paloma de los otros, je je je, tengo que dejar de ver Lost. Hay millones de frases hechas, cada uno solemos manejar dos o tres, incluso cuatro, pero Amparo, Amparito:
- No sé por qué te mantengo tu puesto .-¿jefe del departamento de química? sí me lo gané hace tiempo y qué, ahora qué, ahora vas y me echas cuando las pirotécnicas comen de mi mano-. bueno sí lo sé, ganaste muchos clientes en el pasado para esta empresa.
- ¿Tenemos que empezar así todas las reuniones semanales?
- Efrain, si el señor Hacendado quita los Kellogs deberías plantearte ir a Consum.
- ¿Ves? ¡Ya está otra vez! .- mira a Amparo-. Un día te parto la cara aquí mismo.
- Seguro que sí.
- ¿Qué Linux llevas en el eee pc? .-Carles siempre tan diplomático salvador de discusiones en creciente ardor-. ¿Ubuntu? ¿Debian?
- Suse .-dice Fidel-.
- ¡Redeu! La puñetera sangrantana .- Beni es más de Gentoo así que fuera cual fuese ... -.
Jacinto se mira a Carles y a Beni, le han jodido otra preciosa discusión con el, piensa, atascado Efrein, pero son gente maja, un poco localistas, también llamados blaveros por la bandera que defienden para la región.
- Seguro que si pintan la lagartija de rallas rojas y amarillas con una azul va y te gusta .-le espeta Ja a Beni que se colorea y baja la cabeza, Ja piensa que por debajo de la mesa une los dedos y juega con los pulgares nervioso-.
- ¡Bueno basta ya! .-qué fémina cuándo se irrita-. En el nombre del Padre que os echo si no dejáis de discutir así.
- Otra vez, ¿costaría mucho haber dicho un sencillo "por Dios"? Si yo le pusiese alcanfor a todas las tracas que fabricamos y diseñamos, saldrían todos los castillos del mismo color .-le gruñe Ja a su jefa-.
- ¿Otra vez tú con el alcanfor? Mira dejemos aquí la discusión y centremos el tema, ¿cómo va la nueva palmera?, ¿de qué color sale ahora?
Fidel saca las fotos en el eee pc, enchufa el proyector, y saca las tomadas en Ribaroja unas noches atrás y mirando a la reducida audiencia:
- Sale rosa fucsia .-Amparo le mira irritada, colérica se levanta-. eh bueno, sí, ¿pasa algo?
- ¡Lee! ¡Date la vuelta y lee, anormal! ¿tú crees que esto es profesional?
Roja furcia, mira a Jacinto, leve sonrisa, todos le miran. "En el nombre del Padre que si no me echan de esta, no me echan ya" piensa con una mano en el paquete y un guiño.
Al darse la vuelta, en el laboratorio desierto, entre tarros y probetas, Jacinto observa cómo Marta se acerca, le mira desafiante ocultando el labio inferior ladeado tras los incisivos.
- Necesitas ayuda Jacinto .-se arrodilla sin dejar de mirarle, le abre la bata, ya se ve la luz-.
- Necesitas ayuda Jacinto.
- Eso ya lo has dicho - luz, mucha luz, dolorosa luz.
- Te digo que necesitas ayuda tío, no puedes estar así todos los días a estas horas .-la suave voz de Marta dice en tono carajillo-.
- ¡Calla y hazlo de una vez! .-se incorpora de un salto, el sol entra hiriente en la habitación que huele a noche de sueño sucio y puertas cerradas-. Joder ...
- Es la última puñetera vez que te despierto para que vayas al curro tío.
- Gracias Fidel, no sé que haría sin ti.
- Tanto doctorado en química para no poder controlar tus puñeteras hormonas, anda haz algo con la tienda de campaña, nos vamos en breve al curro.
Es lo que tiene compartir piso, compartir coche y compartir empleo, tu "compartener" se convierte en algo similar a tu madre, siempre que seas más pendejo que él. Aunque aún con estas legañas no puedo más que ver al estirado de Fidel, nada más lejos de una madre.
- Huele a tostadas.
- Sí, las que me hice para mí y ya me comí.
- ¿Queda cerveza?
- Piérdete.
- Da igual aquí queda algo de Jura.
No es mi favorito, pero hacer buches con whisky me espabila de mañana. Tengo los vaqueros de ayer en el suelo, una camiseta limpia de mi colección todas-mismo-modelo-distinto-color en el armario, y mis bambas Puma negras ralla blanca listas para calzar, ¿calcetines? Como se dice más al sur, "¿ezo qués lo que es?".
- Me voy a la ducha.
- Ya pero no te líes otra vez que llegamos tarde a la reunión de departamento.
- Descuida.
El pasillo es corto y menos mal, mucho cuesta apoyar uno tras otro en estas condiciones, me duelen las lumbares y los pectorales, pero qué gusto, y entrar en el baño es una gloria, bueno una Gloria.
- Déjame un sitio anda .-abre la mampara de cristal helado, caliente dentro de espaldas el cuerpo de Gloria-.
- ¡Uhm! Veo que te alegras de verme, pero tengo prisa.
- Nunca hay prisa para esto ...
- Ponte bajo el agua que yo ya estoy .-gira el monomando-.
- ¡Jo-der!
Gloria gira la cabeza y golpea el aire con hebras húmedas y negras de cabello liso a gran velocidad, se coloca la toalla.
- Nos vemos Ja.
- Nos vemos.
- ¡Date prisa tío! Diez minutos y contando. Gracias esto ...
- Gloria
- .. eh bueno sí, gracias por no entretenerlo.
- No lo hago por ti, lo hago por mí .-guiño sugerente y se quita la toalla-. ¿Fidel no?
- Ehr sí.
- Nos vemos.
- Eh bueno, sí, nos vemos .-mientras ella se aleja, tuerce la esquina, como en dos años de tiempo-. Ja, ¿tenemos que recordar lo de no romper la regla?
- Te juro que anoche no la tenía .-leve sonrisa todavía soñolienta entornando un ojo con toalla en cintura y dedo destaponando oreja -. así que no he roto nada.
- Mamón.
-----------------------------------------
- Te ha llamado Sonia .-le sonríe mientras pasa frente a ella-. Parecía disgustada.
- Es su estado natural, gracias Marta, recuérdame que te lo pague.
- Tranquilo, no me debes nada Ja .-con desdén-. Están todos menos vosotros dos.
- Te lo dije huevón, llegamos tarde .-Fidel va encendiendo el eee pc-.
Hay cuatro personas en la sala, Efrain, el estreñido director del departamento de marketing, Amparo, su jefa, qué revolcón si quitara esa cara de asco, Carles y Beni, "computer geeks" unos putos inadaptados informáticos. Fidel se sienta apresuradamente.
- Llegáis tarde, ¿algo que decir?
Silencio.
- ¿Y bien?
- Pues muy bien gracias Amparo .-dice Ja mientras eructa-.
- Empecemos bien Jacinto en el nombre del Padre.
Ya está otra vez, y siendo del puño y la rosa, que por mí como si se la meten por le culo a la puta paloma de los otros, je je je, tengo que dejar de ver Lost. Hay millones de frases hechas, cada uno solemos manejar dos o tres, incluso cuatro, pero Amparo, Amparito:
- No sé por qué te mantengo tu puesto .-¿jefe del departamento de química? sí me lo gané hace tiempo y qué, ahora qué, ahora vas y me echas cuando las pirotécnicas comen de mi mano-. bueno sí lo sé, ganaste muchos clientes en el pasado para esta empresa.
- ¿Tenemos que empezar así todas las reuniones semanales?
- Efrain, si el señor Hacendado quita los Kellogs deberías plantearte ir a Consum.
- ¿Ves? ¡Ya está otra vez! .- mira a Amparo-. Un día te parto la cara aquí mismo.
- Seguro que sí.
- ¿Qué Linux llevas en el eee pc? .-Carles siempre tan diplomático salvador de discusiones en creciente ardor-. ¿Ubuntu? ¿Debian?
- Suse .-dice Fidel-.
- ¡Redeu! La puñetera sangrantana .- Beni es más de Gentoo así que fuera cual fuese ... -.
Jacinto se mira a Carles y a Beni, le han jodido otra preciosa discusión con el, piensa, atascado Efrein, pero son gente maja, un poco localistas, también llamados blaveros por la bandera que defienden para la región.
- Seguro que si pintan la lagartija de rallas rojas y amarillas con una azul va y te gusta .-le espeta Ja a Beni que se colorea y baja la cabeza, Ja piensa que por debajo de la mesa une los dedos y juega con los pulgares nervioso-.
- ¡Bueno basta ya! .-qué fémina cuándo se irrita-. En el nombre del Padre que os echo si no dejáis de discutir así.
- Otra vez, ¿costaría mucho haber dicho un sencillo "por Dios"? Si yo le pusiese alcanfor a todas las tracas que fabricamos y diseñamos, saldrían todos los castillos del mismo color .-le gruñe Ja a su jefa-.
- ¿Otra vez tú con el alcanfor? Mira dejemos aquí la discusión y centremos el tema, ¿cómo va la nueva palmera?, ¿de qué color sale ahora?
Fidel saca las fotos en el eee pc, enchufa el proyector, y saca las tomadas en Ribaroja unas noches atrás y mirando a la reducida audiencia:
- Sale rosa fucsia .-Amparo le mira irritada, colérica se levanta-. eh bueno, sí, ¿pasa algo?
- ¡Lee! ¡Date la vuelta y lee, anormal! ¿tú crees que esto es profesional?
Roja furcia, mira a Jacinto, leve sonrisa, todos le miran. "En el nombre del Padre que si no me echan de esta, no me echan ya" piensa con una mano en el paquete y un guiño.
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